Ahí yace él al final, el converso de lecho de muerte, el Libertino que se hizo pío. No podía danzar a medias, ¿no es cierto? Si me daban vino lo apuraba hasta el poso y lanzaba la botella vacía contra el mundo. Si me mostraban a Jesucristo en su agonía me subía a la cruz y le robaba los clavos para mis propias palmas. Y así me voy, cojeando, del mundo, dejando mis babas sobre una Biblia. Si miro la cabeza de un alfiler, veo ángeles danzando, bueno, ¿os agrado ahora?¿Os agrado ahora?¿Os agrado ahora?¿Os agrado ahora?...

John Wilmot (The Libertine)

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Cold

Mis días recuperarán su blanco y negro rutinario
y sin tener un lugar al que ir
los cuervos me levantarán a picotazos.
Saldré y veré cómo las nubes ocultarán el cielo
sin que las puedas respirar.
Será como perder el bastón a un ciego
y dejarlo sin lazarillo.
Mis pies volverán a tocar el infierno
y liada en una manta de absurdo
me enfrentaré a los mismos imbéciles cada mañana.

Ratio decidendi

Tan sólo se trataba de apariencias cuando gritaba ''me da igual'' si alguien más agrietaba mi cristal con una piedra. Fingía cada vez que un ladrillo huía de la insoportable presión de la pared o una teja se caía desde arriba buscando algo más tierno y agradable en el frío verde del césped. Actuaba como si nada estuviese ocurriendo cuando la casa me estaba devorando a gritos y me lanzaba sus despiezas mientras me escondía debajo de la cama para que no me matara. Me mostraba apática cuando alguien venía con pico y pala dispuesto a hacer reforma. Me dedicaba a observar cómo se iban destruyendo su propio entorno con las manos vacías y el sol quemándome la nuca sabiendo mejor que ellos que la comida sobre la mesa siempre se quedaría fría, y el refresco caliente. La televisión se quedaría encendida a la hora del telediario en compañía de un sofá vacío.
Y cuando llegase la hora de asumir la victoria del derrumbe, abriría todas las jaulas para que nada quedase atrapado y sólo entonces saldría por la puerta de espigas, sin saber qué habría perdido o encontrado, con el pasado pisándome los talones, mi perra en el regazo y el futuro justo delante.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Pirata de agua sabia

Metida en esta cueva que forma mi cama con la luz del papel solo puedo pensar en esa sensación de ahogo que no deja a mis pulmones respirar tranquilos. Hay un perfecto anfitrión inmenso ahí afuera que está en continua espera de visitas. Tengo la ansiosa necesidad de acercarme a él y tocar su orilla, y que con su caricia suave quite la arena rasposa que se pegó en mis pies en los tiempos de adolescencia. Con tan sólo cubrir los tobillos calma el sofocante calor con la que algunos días el mundo nos castiga, pero no sacia el resto de piel que suplica alivio. Me llama para que lo conozca viendo que ya confío en él, quiere que lo nade, que me sumerja, que lo explore. Ay! El mar es tan exageradamente grande... Los necios sólo conocen su costa, los curiosos llegan hasta la boya, que no es más que el límite que establece la política o la sociedad. Los más despiertos llegan a cruzarlo, pero sólo consiguen una visión general y creerán que ya no hace falta saber más. Intelectuales llegan a conocer su superficie con detenimiento y los sabios se adentran para buscar conocimiento en el fondo. Pero el mar también tiene secretos y los guarda allá donde no los podamos alcanzar.

Quizá si me hubiera visto crecer desde pequeña, ahora también confiase él en mí y no tendría nada que ocultarme. O tal vez él sí conozca mi fondo, y por ello me haga probar el agua salada que, como mar, lo único que consigue es dejarme con unas ganas locas de seguir bebiendo hasta encontrar el sorbo que calme esta sed exponencial.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Huída masiva de neuronas


Están los que tienen el cerebro vacío y los que en alguna ocasión nos gustaría deshacernos de él.
Lo llaman blasfemia... ¡Blasfemia!
al hecho de que dos personas quieran amarse,
amarse con todo con lo que pueden amar,
amar con el cuerpo, entregar el alma.
Amar hasta perder la cordura,
hasta rebozar amor por cada poro.
Lo llaman blasfemia...
a que dos personas se amen
sin dar importancia al sexo del cuerpo
asegurando que va contra la naturaleza que Dios creó,
sin saber, malditos incultos,
que los animales pueden ser homosexuales,
¡y no homófobos!
Lo llaman blasfemia
al amor protegido
mientras millones de personas mueren de SIDA.
Lo llaman blasfemia
y prohíben al sacerdote que ame.
Lo llaman blasfemia, ofensa a Dios
cuando dicen que todo él es amor.
¡Blasfemia! ¿Y quieren que crea?
Seré en vuestro mundo la más desdichada,
la más pobre, la más desgraciada.
Pero en el mío seré la más dichosa
por poder disfrutar de un amor libre
donde la palabra ''blasfemia'' no haya sido ni creada.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Vivo en contínua amenaza
puede que algún día deje de vivir.
Me escondo tras un pecho
y unas costillas son mis guardianes.
Sistemas con sus órganos,
órganos con sus células,
células con sus orgánulos,
dependen de mí.
Tengo un cuerpo que alimentar.
¿No te da pena?
Tengo una familia muy grande
a mi cargo.
Y tú, tú no paras de apuntarme
cada día
con tu arma letal.
Tu boca puede matarme
de un disparo
de palabras.
O de sólo una.
''Adiós''.
Silencio.
He dejado de latir.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Si supieras, por un momento...

Si tan sólo supieras
que cuando la dama viuda
viene a arropar el cielo
con ropas oscuras
por el día que acaba de morir
mi corazón siente el desgarre de una pequeña parte
que corriendo se va a formar
otra estrella de la constelación de mis lamentos.
Si tan sólo supieras
cuántas veces te han buscado mis ojos
y por no verte, pasaron a ser ciegos
cuántas veces creyeron ver lo que no fue
por perderse en la inmensidad de mi paraíso
y al volver a la realidad
formaron su propia cascada
en el fracaso intento de recrear
el paisaje que compartían nuestros besos.
Si tan sólo supieras
cómo se ha enfriado mi piel
tras perder tus caricias
como si el hielo se hubiera apoderado de ella
congelando cualquier roce
que no contuviera el calor de los tuyos
sin dejar que el cuerpo que envuelve
sienta calidez de ninguna otra forma.
Si tan sólo supieras
el volumen de mis gritos
lanzados a la noche,
noche tras noche,
pidiendo auxilio
pidiendo la más mínima piedad,
el más mínimo ápice de compasión
para dejarme tenerte aunque fuera un segundo
u olvidarte para toda la vida.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

HOY

Hoy... HOY. Todo lo que significan esas tres letras. Hoy...
Hoy, no ayer, no mañana, hoy.
Hoy ya tienes en qué pensar.
Hoy ya tienes motivo para sonreir.
Hoy ya te alegras de haberte levantado de la cama,
de enfrentarte a la rutina y al mundo otra vez.
Hoy ya no puedes arrepentirte de nada.
Hoy ya eres un poquito más feliz.
Porque hoy... HOY
no ayer, no mañana, hoy
HOY, por fín, sucedió.

miércoles, 16 de noviembre de 2011








A veces te puedes llevar toda una tarde dibujando, y que lo único más o menos interesante que hagas sea el arbolito que te ha llevado 20 segundos.

Sin utilidad

Te busco y no te encuentro
te encuentro y no te busco
Y sin saberlo ya te estoy esperando
y escribiendo mierdas
que no me sacian en ningún momento
Porque las palabras no llenan corazones
e imaginar cuentos de hadas
sólo va desgarrando las venas
hasta dejarme sin una gota de sangre
con la que poder bombear vida.
Te miro y no me miras
Y sin saberlo me estás mirando
Te pienso y ni te acuerdas,
me olvido, y me recuerdas.
Sólo escribo palabras que no llenan corazones
llenan hojas en blanco
folios manchados
o servilletas.

La peor forma de morir

Es algo que me va desgastando la vida
Juega con mis entrañas
y las pisotea y las aplasta contra el suelo.
Me arranca el estómago
y lo estruja hasta que chorree
la última gota.
Es algo que me coge de las manos
que me lleva hasta lo más alto en un segundo
y me suelta en mi eterna caída
sin dejar que toque el suelo en ningún momento
para incrementar la agonía
y el pánico.
Es algo que me oprime los pulmones
que me roba el último suspiro de aire
No me deja brisa alguna para calmar este desierto,
absorve mis oasis sin piedad ninguna
chupa y toma toda mi sangre para dejarme seca
y locamente enamor... nada.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Mi mente al despertar

Anoche soñé que soñaba, y que luego se hacía realidad. En medio de un negro que se expandía en mi habitación, aún andaba confusa. ¿Acaso no se deberían parar las agujas del reloj en ese instante? Cuando, al despertar, aún no sabes si te acostaste antes del sueño o después de la realidad. Pero el tictac continúa y vuelvo a la soledad que invade mi cama. No quiero pensar, pero tampoco puedo ver nada en esta oscuridad que distraiga la mente. Así que no me queda otra que arrepentirme de haber abierto los ojos y no haber seguido para siempre en el antojo del subconsciente. La almohada espera otra vez a ser mojada, antes de que la primera lágrima recorra la mejilla...

Tu universo

La noche me llama a su oscuridad
el silencio de la naturaleza que nunca se calla
La falsa conciencia de que nada más existe
A solas con este armario de recuerdos
doblados y ordenados con mucho cuidado
como si prendas de seda se tratasen,
Tu voz retumba a lo lejos, retumba en las estrellas.
Tus ojos reflejados en la luna
no paran de vigilar cada pensamiento
que cruza corriendo la colina.
Todo el paisaje se llena de ti
cada vez que lorenzo desaparece
sin pedir permiso
con toda la intención de acabar con mi cordura.
¿Qué me está sucediendo?
Me transformas en la más monstruosa criatura de la noche
No me reconozco
Trato de escapar pero esta esencia me atrapa
No es posible desatar los nudos de estas cuerdas fibradas
con cada abrazo, con cada beso, soñados.
Tu universo me arropa
con alertas de peligro...

Viaje nocturno

[Al caer mis párpados por la noche ya estás ahí esperándome
para tomarme la mano y eliminar el espacio entre dos
para dejar mi mente en blanco y mi cuerpo en sudor.]

Estás ahí, y le regalas a mi cuello besos lentos
que le hacen estirarse y crecer como el cuello de un cisne
Mientras tus manos van haciendo un recorrido
por el circuito de mi vientre
que me hacen estremecer y abrir mis alas.
Y me muerdo el labio hasta sangrar.

Estás ahí, y me obligas a amarte hasta que duela.
Y en reacción, no se me ocurre otra
que golpearte con mis más dulces caricias,
con mis besos más apasionados
con mis suspiros más leves.
Y mis piernas se retuercen y te atrapan.

Estás ahí, y escucho pájaros y ranas alrededor
la suave caída de una pequeña cascada
y las ramas imitando nuestro roce
durante nuestra lluvia de placer intenso
Secreto, silencioso, daliniano.
Y me siento en un edén privado.

Estás ahí, formando parte de la eterna oscuridad de mi habitación
del calor de mis sábanas
robándome el aliento
haciendo sonar las campanas del fin de mi juicio
llevándome a cualquier lugar sin movernos
Y mis puños se contraen...y se relajan.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Descubriendo Alicia



Iba caminando con ansia, deseando entrar por un momento en un mundo mágico que jamás, jamás pudiera pertenecer al que vivimos. Olvidar por un momento que las hadas, los duendes y los elfos no existen. Creer de verdad que podría cabalgar sobre un caballo alado por las nubes. Iba caminando con ansia, sabiendo que estaba llegando. Miraba al cielo, que parecía atrapar mi ilusión y expandirla aún más en un efecto rebote. Parecía que mis piernas volvían a medir medio metro y que mi pelo era otra vez corto, liso y negro , obedeciendo los deseos de mi madre de tenerlo bien cuidado y sin piojos. Iba corriendo detrás de un conejo blanco, que por más que se lo pidiera no se detenía. Me daba la sensación de que él tenía más prisa que yo de que llegara. Ya lo iba viendo, a través de unas rejas que encarcelaban al mundo real. La puerta estaba abierta, entré, y lo vi de pleno. No. No era lo que me esperaba, era aún mejor. Sin embargo no tenía ni la menor idea de dónde me encontraba, de qué diantres era aquello. Sólo sabía que era hermoso, y de repente me sentía como en casa. No quise darle el placer al misterio, así que entre verdes y violetas, azul cielo y rojo amor, busqué por todos lados no sabía muy bien el qué. Hasta que lo encontré. Un pequeño panfleto que decía ''Bienvenido al País de las Maravillas''.